Apocalypse
Hoy es de esos días en los que, aunque llevases meses esperando un rayo de sol, hasta eso molesta. Hoy estoy débil, no me enorgullezco pero tampoco quiero ocultarlo, tampoco quiero ocultármelo. Hoy no me veo con fuerzas de rendirme ni ante la cama. Hoy siento que no habrá sueño repare ni pesadilla que distraiga. No habrá descanso reparador ni despertar mágico. Hoy, en este paraíso de caos y destrucción, no hay ángel de la guarda ni hada madrina que lo desempañe. ¿Qué tan tóxico y qué tan egoísta sería anhelar por una vez, por una sola vez, no ser el fuerte y que alguien lo sea junto a mí?